lunes, 5 de enero de 2009

Oferta y Demanda

¿Cual es la razón por la que los precios de las cosas varíen a lo largo del tiempo?

Por si no se habían dado cuenta, la mayoría de las veces el precio de venta de los bienes y servicios tienen poca relación con el precio de costo o de producción.

La razón de ello se explica por la oferta y demanda.
El comprador tiende a pagar lo menos posible por el producto y el vendedor tiende a cobrar lo máximo que el mercado pueda pagar.

La oferta a su vez, está condicionada, entre otros factores, por la disponibilidad o escasez del o de parte de los recursos que componen un producto o servicio.
Están relacionados también a la necesidad o ausencia de ella que tengan las personas en producirla.

Como ejemplo de ello podemos nombrar una sobreproducción que se podría definir como una producción por encima de las necesidades del mercado, lo que genera una baja en el producto o servicio final, o en el caso contrario una escasez de alguna materia prima o producto en algunos momentos del año causados por sequías, plagas, etc.

Por el lado de la demanda, existen aquellos bienes o servicios cuya "necesidad" se ve incrementada en algunas épocas del año, como en el caso de las épocas navideñas de algunos juguetes de moda, o la disponibilidad de hoteles en épocas de verano, o los precios de algunas frutas fuera de época de cosecha, por ejemplo.

Tanto la oferta como la demanda pueden ser consideradas elásticas o rígidas.

Lo elástico está relacionado a la variación del precio en relación a esa oferta o demanda y lo rígido sería lo contrario, ante variaciones de precio, la demanda u oferta no varían sustancialmente.

El ejemplo de un bien de demanda elástica podría ser el petróleo cuando hay una expectativa de crecimiento de precios: todos los fabricantes de combustibles serán compradores cuando la expectativa de precios sea al alza.
En cambio, como ejemplo de una demanda rígida podría ser la de relojes electrónicos de bajo costo: es difícil lograr que la demanda varíe, si varía el precio hacia arriba o hacia abajo.

¿Para que interesarían estos términos tan técnicos en las finanzas personales?
La respuesta es: básicamente para todo.

Tanto cuando somos consumidores, como cuando invertimos o ahorramos estas leyes están presentes en la determinación de los precios y esaplicable a todas las clases sociales.

Cualquier ama de casa sabe que la fruta de estación es más barata, o que si se aumenta la inflación en demasía es necesario hacer stock de algunos productos.

Los inversores saben que si la perspectiva de cotización de una moneda o acción de bolsa es a la baja, tratará de venderla cuanto antes, y eso mismo provocará que al haber exceso de oferta el precio baje, por encima de lo que el mercado naturalmente lo haría.

Es un fenómeno llamado en economía como la telaraña dinámica: las personas o empresas intentan ajustar el precio hasta llegar al precio de equilibrio moviendo tanto la oferta como la demanda movido por el ajuste del precio. 
El precio en incremento incentiva a los productores a producir más y lo que se logra es una sobreproducción; esto determina una baja en el precio porque hay un exceso de producción que el mercado no está dispuesto a consumir, a menos que el precio sea menor.
Así sucesivamente se producen ajustes hasta lograr el precio de equilibrio de mercado: el que iguala la oferta con la demanda, o sea aquel precio que permite que no sobre ni falte un producto en el mercado.

En estos momentos estamos en plena crisis en algunas partes del mundo.
Es un momento de ajuste que está provocando desequilibrios por esos efectos antes mencionados.
La oferta y demanda está en proceso de ajuste y los mercados se consideran más volátiles que en otros momentos.

Utilidades de estos conceptos teóricos, son muchas, y están en plena etapa de ajuste en estos momentos:
Aquellos que posean bienes considerados sobrevaluados, tratarán de venderlos, para evitar pérdidas mayores, pero por el lado de la demanda, esto constituye en una oportunidad, porque al no conocerse el precio de equilibrio permite negociar con grandes rentabilidades en el corto plazo.
Un recurso escaso actualmente es el dinero. 
Aquellos que poseen dinero en este momento pueden hacer grandes negocios y los que lo necesitan pagarán un alto precio para tenerlo y por el mismo principio de oferta y demanda su costo será alto y difícil su acceso. El costo del dinero es la tasa de interés normalmente, pero a nivel global esto repercute en la necesidad de deshacerse de otros bienes menos liquidos para lograr liquidez a precios considerados en otros momentos, por debajo del valor de mercado.
El que tiene el dinero es el que hace los grandes negocios... 

¿Quien es el ganador en estas circunstancias?
Es el que tiene a información relevante para tomar decisiones.
Aquel que conoce el mercado y tiene los recursos considerados escasos para la otra parte.
El que tiene el poder de decidir en el momento oportuno es el ganador.

¿Cuales son los perdedores?
Aquellos que fueron tomados por sorpresa y no tuvieron la posibilidad de cambiar a tiempo.
Los que no tuvieron la información a tiempo para decidir y poder reaccionar ante situaciones adversas.
Eso repercute en la economía doméstica de múltiples maneras, ya que siempre el que tiene el poder dominante en la economía es el que traspasa sus costos a los tomadores de precios: los consumidores. las empresas que no pueden adaptarse, no sobreviven y cierran o tienen necesidad de adaptar su capacidad a la demanda.

¿Cuales son los consejos para sobrevivir a una situación como esta?

Para salir de una situación adversa como esta, lo primero es tener calma.
Segundo: hacer un diagnóstico pormenorizado de la situación.
Tercero: analizar las alternativas disponibles frente a la situación actual.
Cuarto: elegir las alternativas que afecten menos perjudicialmente nuestras finanzas. El objetivo saludable es equilibrar la oferta con la demanda.
Quinto: planificar la salida de la crisis con el menor daño posible.
Sexto: Una vez decididas las lineas de acción, actuar rápidamente.
Septimo: hacer un seguimiento de lo actuado, con lo planificado.

Para las empresas la repercusión ente una disminución de demanda es adaptar su capacidad a la demanda del mercado y eso significa despedir personal o cortar horas extras, comprar menos materias primas, ahorrar más en diferentes recursos operativos y de administración y ventas.
Para las finanzas personales, eso repercutirá en una disminución de todo o parte de sus ingresos, la necesidad de reducir costos, vender bienes, deshacerse de ahorros, etc.

Todo somos parte de un sistema... y este tiende al equilibrio.

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